Resumen
El Programa Huertas en Centros Educativos (PHCE) es una experiencia que desarrollan conjuntamente la Intendencia de Montevideo (IM), la Administración Nacional de Educación Pública (Anep) y la Universidad de la República (UdelaR), desde el año 2005. Se basa en la docencia, instalación y seguimiento de huertas agroecológicas en 43 escuelas de Montevideo ubicadas en zonas de vulnerabilidad social. Coordinado por Facultad de Agronomía, 35 orientadores de huerta participan junto a 14.000 niños y 450 maestros, vinculando la huerta escolar a las actividades curriculares.
El objetivo general es promover un cambio cultural hacia una nueva forma de dignificar a la persona en relación con la naturaleza. Busca desarrollar hábitos de trabajo, fortalecer vínculos solidarios y de alimentación saludable, prácticas agroecológicas y que las mismas se extiendan a los hogares.
Las evaluaciones señalan que el PHCE contribuye al aprendizaje de las Ciencias, la formación en valores, propicia la atención a la diversidad, despertando la revaloración por el trabajo manual. Contribuye al rescate de los saberes de abuelos y padres, favoreciendo los vínculos familiares a partir de una tarea compartida. Para la Universidad, es una experiencia valiosa de formación para los estudiantes que participan como orientadores y constituye la oportunidad de articular acciones entre diversas ramas de la enseñanza y extender conceptos de educación ambiental en la comunidad.
Localización geográfica
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Fechas claves
Abril 2005: demanda de la IM y la Anep a la Facultad de Agronomía.
Agosto 2005: comienzo del PHCE en 31 centros educativos, con la financiación de la IM.
Octubre 2007: Primer encuentro de huertas escolares del PHCE.
Agosto 2008: problemas financieros produjeron la interrupción del PHCE hasta el año siguiente.
Marzo 2009: definición de la Anep, de co-financiar el PHCE junto a la IM.
Octubre 2009: Segundo encuentro de huertas escolares del PHCE.
Octubre 2010: Tercer encuentro de huertas escolares del PHCE.
Marzo 2011: 43 escuelas de Montevideo y un agrupamiento de escuelas rurales de Canelones.
Programa de formación de maestros
Abril 2011: firma del Convenio quinquenal (2011-2015) entre las tres Instituciones.
Situación problemática o de necesidad previa a la iniciativa
Aproximadamente 90.000 niños asisten a 350 escuelas públicas de Montevideo y unos 35.000 lo hacen a escuelas de contextos sociales vulnerables. La realidad de las mismas, es compleja. Entre otras características, el ocio, la pérdida de hábitos de trabajo, la cultura “del pedir”, la falta de referentes familiares, las drogas, el alcohol, la violencia, la destrucción de bienes colectivos y el miedo, forman parte de los procesos que se viven en las aulas. En este marco, la demanda de las autoridades de la enseñanza y del Departamento de Cultura de la IMM en el año 2005, buscaba que la huerta escolar contribuyera a una cultura diferente, donde el trabajo, la participación, la construcción colectiva y la vida sean los ejes centrales De aquí nace el propósito de educar a los niños y jóvenes con otras alternativas y posibilidades de vivir y crecer desarrollando valores que surgen a partir del trabajo, dignificando a la persona a través de un vínculo activo con la naturaleza. Además, desde la promoción de las huertas en los hogares y la recuperación de espacios públicos improductivos para huertas barriales, se busca aportar a la educación ambiental y en promoción de la seguridad y soberanía alimentaria.
Objetivos generales y específicos del Proyecto
Objetivo General:
Promover un cambio cultural que busque una nueva forma de dignificar a la persona en comunidad y en relación con la naturaleza.
Objetivos específicos
· Desarrollar huertas escolares de propuesta agroecológica, de manera que a través de éstas, se promuevan:
los aprendizajes curriculares de cada grado;
elementos conceptuales y actitudinales de educación ambiental;
un espacio de formación en valores;
· Promover el consumo de hortalizas en los niños
· Desarrollar un trabajo con la comunidad cercana a la escuela de manera que:
se aporte a la seguridad y soberanía alimentaria de las familias;
se rescate la tradición cultural;
se promueva el desarrollo local;
· Implementar un programa de capacitación a maestros en Huerta Escolar Agroecológica.
Descripción de las actividades desarrolladas
Las escuelas se seleccionan por los criterios de demanda; espacio agroecológico adecuado y en zonas de vulnerabilidad social. Docente orientador de huerta y maestros, coordinan las actividades según la planificación de centro y de aula, además instalar y mantener la huerta, junto a los niños y desarrollar actividades con padres. Se desarrollan huertas en 43 escuelas. Los orientadores son Ingenieros Agrónomos o estudiantes de Agronomía y otras carreras, coordinados por dos Ingenieras Agrónomas y dos Maestras. La huerta escolar como aula expandida y como espacio demostrativo para la comunidad; hábitos saludables de alimentación y capacitación de maestros, son las líneas de acción centrales.
Cuantía y origen de los recursos materiales y económicos que insumió la ejecución del proyecto
El PHCE tiene un costo anual directo de 5.150.000 $U, aportados por la IM (Departamento de Desarrollo Económico y Productivo-Unidad de Montevideo Rural) (2.500.000 $U) y la Anep (2.650.000 $U). La Facultad de Agronomía realiza su aporte en instalaciones, infraestructura, servicios generales, horas docentes de quienes colaboran con el Programa, vehículos, combustible, publicaciones, audiovisuales y microscopía, valorado en aproximadamente 700.000.
$U anuales. De modo que el costo total anual del PHCE es de: 5.850.000 $U.
Resultados / Impacto de la iniciativa
Las evaluaciones realizadas a través de consultas a los equipos de dirección, maestros, orientadores y familias de los niños dan resultados positivos. Los equipos docentes de la escuela valoran la huerta como disparador y motivador de aprendizajes, recurso didáctico para el logro de aprendizajes significativos; práctica y observación que fortalece la enseñanza de la Ciencias y actividad que favorece el desarrollo de valores en los niños. Además de éstos logros, los orientadores señalan la importancia en la elaboración de un proyecto propio como posible salida laboral, la promoción de la salud a través de la incorporación de verduras a la dieta y la mejora la autoestima de los niños con problemas de aprendizaje. El PHCE es valorado positivamente por los padres por mejorar el contacto con la tierra, valorarla y cuidarla, fomentar la responsabilidad, elevar la autoestima, lograr autonomía y obtener alimentos sanos. Las familias que cultivan en sus hogares son aún escasas. En forma preliminar, existe una tendencia positiva hacia la apropiación de esta práctica en los hogares con niños con tres años de huerta escolar. Algunos problemas detectados, están destinados a mejorar la comunicación interinstitucional y a buscar articulaciones con otros programas gubernamentales y no gubernamentales.
Evaluación del grado de sostenibilidad
La sustentabilidad del Proyecto es posible. Su profundización y extensión dependerá de la real articulación con las líneas de trabajo definidas por las tres instituciones participantes y de éstas con otros programas. Es imprescindible la apropiación del mismo por todos los protagonistas de Anep (autoridades institucionales, inspecciones, maestros, orientadores, niños y comunidad) y se ha definido hacer un esfuerzo por vincular efectivamente el PHCE a los programas en marcha. La otra articulación en marcha es en la interna de la UdelaR, integrando acciones del PHCE con el Programa Integral Metropolitano (PIM) y generando una propuesta de EFIS (espacio de formación integral). Además hay vínculos permanentes con otros Programas gubernamentales (Intendencias, Mides, Plan Juntos) y no gubernamentales (MEVIR, ONGs), donde se propicia la sinergia de acciones con objetivos similares. Otra contribución a la sustentabilidad de la propuesta está el área de la investigación; en ese sentido están diseñándose algunas líneas, que permitirán incorporar en forma más sistemática, esta función universitaria al quehacer del PHCE.
Lecciones aprendidas
• La huerta escolar es un recurso idóneo para lograr aprendizajes curriculares, en valores y procedimientos. Acerca a los niños a la naturaleza, sensibilizando sobre el cuidado del ambiente. Mejora los vínculos personales y contribuye al trabajo en equipo, la solidaridad y responsabilidad. Contribuye a incorporar vegetales a la dieta de los niños.
• Aún hay dificultades en articular fluidamente las tres Instituciones participantes,
• Desde la escuela y hacia las familias, es posible producir alimentos de calidad, económicos y disponibles, contribuyendo a la autonomía y soberanía alimentaria.
• El PHCE contribuye a la formación de los universitarios que en él participan.
Evaluación del grado de replicabilidad
El Programa es totalmente replicable. De hecho, ya existen experiencias similares en todo el país, desarrolladas por Programas Gubernamentales (Intendencias, Mides, Uruguay Integra) y no gubernamentales (ONGs, Fundaciones). El PHCE 2011-2015 proyecta diseñar una estrategia para extender la propuesta. Oportunidades que brinda la UdelaR son los Centros Universitarios Regionales, los Espacios de Formación Integral, los programas “plataforma” (Programa Integral Metropolitano, Región Oeste, Programa Integral Rural). Se suman a ello la proyección del CEIP de integrar escuelas rurales y del interior y capacitar maestros y los contactos con Oficinas de Desarrollo Departamentales. Así, es posible pronosticar la extensión de la experiencia.
