Las actividades previstas, tendientes a la generación de los instrumentos esenciales de la gestión de riesgos, deberían ser desarrolladas por el conjunto de los actores involucrados en el tema, de acuerdo al marco conceptual propuesto. Y para que ello sea posible, es necesario un alto grado de conciencia y compromiso. En consecuencia se planteó y desarrolló en primer lugar un relevamiento de las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, públicas y privadas, que desarrollan directa o indirectamente actividades en las áreas relacionadas con la gestión de riesgos. Se organizaron talleres en donde los actores se abocaron a construir consensos acerca de qué debería ser el Sistema Integral de Gestión de Riesgos: sus componentes, vínculos interinstitucionales y jerarquías; los aspectos técnicos y funcionales que debe abarcar, tanto en las acciones de prevención-mitigación como en las operativas de respuesta a emergencias y reconstrucción; el lugar de la participación comunitaria y el rol de la capacitación, la educación y la información en la organización propuesta. Posteriormente se desarrolló un proceso de información y capacitación y construyó un espacio de articulación y reflexión, para generar confianza entre los actores y el compromiso de involucrarse proactivamente para el logro de los objetivos, tendiente a la conformación de una comisión local de gestión de riesgos, con una agenda propia para el desarrollo de las tareas posteriores. Asimismo se consolidó la decisión política de dar un nuevo enfoque a la problemática de los riesgos de desastres, a través de la sanción de la ordenanza de creación del Sistema Municipal de Gestión de Riesgos y su posterior reglamentación. Se realizó un curso de capacitación a docentes del nivel primario para su posterior aplicación a actividades áulicas, producto del cual se elaboró un manual. Si bien los alcances de las actividades no fueron las originalmente previstas, se espera continuar con las tareas que permitan alcanzar los objetivos que dieron lugar al convenio.