El continuo desarrollo y crecimiento de las actividades humanas en nuestra Ciudad demandan nuevos espacios geográficos, lo que muchas veces lleva a una disminución de la cubierta vegetal, para la que se reconocen beneficios tales como embellecer las áreas donde se ubican, mitigar los efectos de la contaminación por ruido, emisión de humos, olores, así como prevenir el deterioro del suelo, aumentar la disponibilidad de agua además de constituir espacios para esparcimiento y recreación y servir de hábitat para distintas aves, pájaros e insectos.

Sin embargo, muchas veces parte del arbolado urbano genera inconvenientes para los frentistas, como por ejemplo: deterioro de veredas, obstaculización de alcantarillas por la caída de hojas, etc. En la mayoría de los casos estos problemas se deben a una elección inadecuada de la especie para determinado espacio.

La planificación urbana es la base fundamental sobre la cual se permite tomar decisiones sobre el arbolado público. Con tal fin se realiza el censo del arbolado público, que permite brindar un diagnóstico preciso de la situación particular de cada una de las especies existentes en el partido de Avellaneda. Esta información permitirá arribar a conclusiones sobre la cantidad y el estado de la cubierta forestal de la ciudad.