El proyecto buscó identificar el patrimonio urbano-arquitectónico, conocerlo, documentarlo, ponerlo en valor para exponerlo y que así sea, primeramente asumido como un potencial recurso turístico y que posteriormente fuera incorporado como parte de la oferta turística “tradicional” o bien como un producto turístico en sí mismo.
Nos apoyamos en aquel criterio que postula a la ciudad como el hecho cultural por excelencia, tanto en por sus características materiales como en las manifestaciones inmateriales (intangibles) de las cuales es propiciatoria y escenario. Dentro de la totalidad del área involucrada y del universo de los edificios y sitios posibles, se identificaron sectores urbanos acotados conforme al interés que cada uno de ellos posee, seleccionando en primera instancia aquellos que resulten de interés prioritario, adoptando criterios de valor acordes a los fines y objetivos perseguidos.
Identificados y localizados los edificios y sitios, se definió temporalmente las condiciones en que fueron concebidos, materializados e incluso modificados o alterados. Completó ésta ubicación temporal y espacial, la información correspondiente a características estilísticas, formales y constructivas de interés.
Estableció y conformó las bases necesarias para la formulación de un plan general de manejo de ese recurso por parte de las autoridades locales, provinciales y nacionales si fuese el caso, con competencia y pertinencia en la materia.